Gregory J. Davis, anatomopatólogo de la Universidad de Lexington, en Kentucky, atribuye a las autopsias muchos de los avances médicos y de salud pública realizados en las últimas décadas. Mucho de lo que se sabe acerca de enfermedades renales, cardiovasculares y pulmonares se debe a las autopsias. Los daños del tabaco se han demostrado a través de análisis post mortem. Incluso las protecciones de los militares se han mejorado gracias a los patrones comunes de lesiones que los patólogos han ido identificando. "La autopsia ha sido y sigue siendo el estándar
de oro para confirmar o descartar el diagnóstico y desempeña un papel esencial en la promoción de la salud pública", dice Davis.